Consejos para abandonar los malos hábitos y ser más productivo

13:55:00

Ser más productivo en muchas ocasiones no consiste en trabajar más horas, sino de una manera más inteligente y sacar el máximo provecho al día. Aunque esto no sea fácil, hacer más en menos tiempo es un objetivo más factible si no se 'boicotea' a sí mismo practicando malos hábitos.

El portal Business Insider ha escrito un artículo en el que recoge una serie de malos hábitos que mina la productividad de las personas. Apúnteselos bien en su lista de propósitos para 2016 y póngalos en práctica:

1. Navegar incansablemente por la web. Desde que la mayoría de las personas tiene acceso a Internet en el trabajo, es mucho más fácil acudir a buscar cualquier duda que nos haya surgido de repente. El portal recomienda que en vez de dejar todo lo que estemos haciendo por esa duda, la apuntemos y le busquemos respuesta más tarde, cuando el trabajo esté realizado.

2. Multitarea. Mientras que la mayoría de la gente asegura que puede hacer dos cosas a la vez, una investigación llevada a cabo en la Universidad de Utah ha hallado que solo el 2% de la población es capaz de hacerlo realmente. Para el resto de la gente, eso de la multitarea es un mal hábito que lo único que hace disminuir nuestra atención y hacernos menos productivos a la larga.

3. Comprobar la bandeja de entrada del correo electrónico todo el rato. Ya tenemos Internet en cualquier lado prácticamente, por lo que es muy sencillo revisar la bandeja de entrada para ver si nos ha llegado un correo nuevo. Esto supone una constante pérdida de tiempo. ¿Lo mejor que podemos hacer? Cerrar todas las pestañas del correo electrónico y apagar el móvil para evitar tentaciones.

4. Metas, no hábitos. Ya se trate de una nueva dieta, una rutina de ejercicio o un horario de trabajo, una de las cosas más difícil de crear un nuevo hábito es precisamente hacer que se convierta en un hábito y no en una cosa efímera, momentánea, o en una meta instantánea que merece un premio (por ejemplo, comer sano durante una semana e ir directamente a comer bollería industrial). Intente hacer de ese objetivo parte de su identidad.

5. Dejar lo más importante para el final del día. Normalmente, la gente empieza su día realizando las tareas más sencillas (para ir despertándose con calma) y deja las más complicadas para más tarde. Mala idea (o mal hábito) porque en muchas ocasiones la jornada laboral se alarga tanto que no se hacen esas cosas importantes o se hacen cuando después de tantas horas de trabajo lo único que nos pide el cuerpo es llegar a casa para tumbarse en el sofá.

6. Hacer demasiadas reuniones. Nada mina más la productividad que las reuniones innecesarias. Con herramientas como el correo electrónico, los servicios de mensajería instantánea y los programas para realizar videoconferencias se pueden hace reuniones para tratar temas poco complejos si necesidad de perder el tiempo. Business Insider recomienda que la gente no acepte reuniones a no ser que sean vitales o que tengan un horario de comienzo y de finalización estipulados para así poder hacerle un hueco en la agenda.

7. Estar sentado todo el día. Si trabaja en una oficina y permanece gran parte del día sentado en su escritorio, es importante que se levante de vez en cuando para sobrevivir al hastío que eso supone. Además, el portal profundiza en una nueva idea: las reuniones en pie. No, no se refiere a las reuniones en las que se definen planes de la empresa. El texto hace mención a esos momentos de relax que los trabajadores nos podemos tomar y disfrutar con el resto de compañeros, por ejemplo tomando un café o bajando a fumar un cigarrillo en la puerta de la empresa. En lugar de hacer esto, sugiere salir a dar un paseo de unos cuantos minutos cada día.

8. Aplazar la alarma. Puede pensar que esos "cinco minutitos más" le dan un dosis de energía extra, pero en realidad le está perjudicando más de lo que cree. Y tiene una explicación. En cuanto se despierta, su sistema endocrino comienza a liberar hormonas que le ponen en estado de alerta para prepararse para el día que le viene. Si vuelve a dormir estará ralentizando ese proceso. Además, con cinco minutos más de sueño no va a conseguir ese sueño reparador y profundo que necesita. Pero esto no quiere decir que tenga que recortar sus horas de sueño, ni mucho menos. Una buena noche de sueño puede aumentar su productividad, su felicidad e incluso le hará tomar mejor las decisiones.

9. Muchas opciones, pocas prioridades. Algunas personas creen que tener muchas metas es la mejor manera de encontrar el éxito, así que si una de ellas falla, tendrá otra en la recámara. Sin embargo, este pensamiento puede ser profundamente improductivo. Warren Buffett tiene el antídoto para que esto no suceda. Al ver que su piloto personal no estaba cumpliendo sus objetivos de vida, Buffett le dijo que realizase una lista con 25 cosas que quería haber hecho antes de que llegase el día de su muerte. En lugar de recomendarle que fuese a por todas, le aconsejó que escogiese las cinco más importantes y se centrase en ellas.

10. Demasiada planificación. Mucha gente ambiciosa y organizada trata de meximizar su productividad planificando meticulosamente cada hora de su día. Desafortunadamente, las cosas no siempre funcionan según lo planeado, por lo que todo se va al traste. Planifique sus tareas, sí, pero no las de todo un año, mejor las de un día, así tendrá flexibilidad para sortear los obstáculos que le ponga el azar.

11. Poca planificación. Debe tejer una estrategia antes de tratar de lograr cualquier meta a largo plazo. Tratar de culminar un proyecto cuya estrategia de desarrollo aún está en proceso puede ser un error y le puede hacer perder tiempo y dinero.

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