Saber utilizar los recursos en esta etapa requiere más información, por ello te sugerimos algunos tips.

Crea un presupuesto. Adoptar el hábito de realizar un presupuesto tiene ventajas como mayor control de tus ingreos, identificar en qué gastas más, calcular cuánto puedes ahorrar y considerarlo como un gasto en tu presupuesto.

Cumple tus metas. Guarda una cantidad periódica de dinero para alcanzar alguna meta que tengas, ésta puede ser desde comprarte ropa, algún aparato electrónico o irte de vacaciones.
Recuerda que cumplir o no tus metas dependerá de tu constancia al ahorrar.

Ahorra para emergencias. Contar con un fondo para imprevistos es esencial ya que algunos gastos inesperados como una reparación automotriz, un accidente o el pago de servicios médicos pueden desajustar tu presupuesto.
Es recomendable que desde que empieces a trabajar ahorres para que cuentes con al menos tres meses de tu salario guardados en una institución financiera.

Ahorra para el retiro. Sí, el retiro suena a algo que está muy lejos, pero empezar con este ahorro desde que tienes tu primer trabajo contribuirá a que logres un retiro digno.

Limita tus deudas. Puedes caer en sobreendeudamiento si costeas todo con la tarjeta de crédito. Utilizar el plástico generalmente conlleva tasas de interés y comisiones, así que debes gastar inteligentemente.

Contrata un seguro. Ya sea de salud, automotriz, de casa o de vida, éste puede protegerte de imprevistos, en especial si eres responsable de familiares u otras personas.
Recuerda que un accidente puede deteriorar tus finanzas si no te encuentras cubierto.